Investigadores del Instituto de Biónica, en colaboración con el Centro de Investigación Ocular de Australia, CSIRO y ANU, han desarrollado un ojo biónico diseñado para restaurar la visión en personas con retinitis pigmentosa, una enfermedad que afecta la función de la retina y es una de las principales causas de ceguera en adultos. Este implante, que se inserta detrás de la retina, se conecta a una cámara de video incorporada en unas gafas. La cámara convierte las imágenes en impulsos eléctricos que activan las células de la retina mediante 44 electrodos diseñados y fabricados por el Instituto de Biónica.