El estallido festivo de la pirotecnia durante las celebraciones puede ocultar un peligro latente, según advierten desde el Ministerio de Salud Pública y el Hospital de Trauma, que buscan prevenir sobre sus consecuencias y generar conciencia.
El jefe del Servicio de Cirugía de Mano, Microcirugía y Cirugía Plástica del Hospital de Trauma, el doctor Jesús Marín, asistió a BDA para hablar sobre las graves repercusiones del mal uso de estos artefactos, especialmente entre niños y adultos. “Papá, mamá, vos al comprarle un artefacto pirotécnico estás eligiendo el daño que le vas a hacer”.
Expresó para generar conciencia sobre la responsabilidad que implica la compra y el uso de pirotecnia e invitar a la reflexión y prevención. La preocupación principal radica en el alarmante aumento de casos de lesiones en menores que comenzó en 2019. En los meses previos a la navidad de ese año, se registraron cuatro casos, cifra que ascendió a ocho en el mes de diciembre.
Este incremento pone en manifiesto la necesidad urgente de concientizar sobre los riesgos asociados a la pirotecnia. El doctor Marín enfatizó que el problema se concentra en los niños y adultos. En los menores, una lesión no solo implica un traumatismo físico inmediato, sino también un estigma que los acompañará de por vida: “Esa herida va a cicatrizar, pero va a quedar el estigma de lo que le va a llevar toda la vida a esa criatura”, expresó. Para comprender la magnitud del peligro, explicó la fuerza destructiva de la pólvora: Un solo gramo equivale a aproximadamente 36 kg de fuerza. Un petardo común, conocido como “3×3”, que contiene 7 g de pólvora, puede generar una fuerza equivalente a 252 kg. El especialista también abordó la clasificación de los artefactos pirotécnicos según el rango de edad y el tipo, ya sean aéreos, terrestres o de mano. Pese a no estar de acuerdo y ante la insistencia en el uso de pirotecnia, el doctor sugirió extremar las precauciones. Recomendó sujetar con pinzas artefactos pequeños como fosforitos y estrellitas, utilizarlos al aire libre e incluso emplear guantes de cocina para evitar el contacto directo con la mano. Además, instó a nunca acercarse a un artefacto que no haya encendido, ya que podría producirse una explosión tardía. Recordó también un caso en el que un menor falleció a causa de las graves quemaduras provocadas por una “estrellita” que incendió su ropa. El cirujano resaltó que el problema de las lesiones por pirotecnia no se limita a las festividades de navidad y año nuevo, y se registran incidentes durante todo el año en eventos como partidos de fútbol, concentraciones, huelgas, carreras de caballos y otros eventos masivos. Concluyó con una frase contundente: “No existe ningún artefacto pirotécnico que no te va a producir daño. Desde la lesión más mínima hasta la amputación” y un llamado directo a los padres.