Por Daniel Mejía.
París, 26 de junio de 2025 — Una de las tormentas eléctricas más intensas de los últimos años sacudió anoche a Francia, dejando una estela de destrucción, dolor y también muestras de admirable resiliencia. Con ráfagas de viento que alcanzaron los 140 km/h y lluvias torrenciales que anegaron calles y avenidas, la capital francesa amaneció paralizada, con árboles caídos, estaciones de metro inundadas y más de 110.000 hogares sin electricidad. El fenómeno, que se desató tras una ola de calor extremo, cobró la vida de dos personas: un niño de 12 años en Montauban, al suroeste del país, y un hombre de 59 años en la región del Loira, ambos víctimas de árboles derribados por el viento. Al menos 17 personas resultaron heridas, una de ellas de gravedad.